El otoño apareció
dibujado en la rama
frágil del limonero
y en la mirada triste
del durazno.
Cristina observa el jardín
y sonríe ante la torpeza
del gato negro
que no logra subirse
a los árboles.
El durazno y el limonero
casi están secos.
La noche ha envejecido
en los lomos del gato.
El invierno-nuestro invierno-
no tardará en llegar.
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